Historia de ella y el.
Era el afán de la mañana acompañado de un sol luminoso, a lo lejos sus ojos en el horizonte le recordaron la canción con la que lo conoció. Aquella melodía que invadía la atmósfera le brindaron un par de alas, le enseñaron la magia de volar. Solo el invierno rompió con su suave vuelo, congelando sus lágrimas, enfriando su alma, opacando la luz y sus colores. De nuevo escucho su melodía pero esta vez no pudo volar, ya el había roto sus alas. La niebla de esta fría ciudad reflejaban la oscuridad de aquella alma… hoy la luna no brilla y ella sabe que mañana el sol no sale.
Sin embargo un recuerdo fugaz invadió su mente, aquella absurda teoría del olor volvía a ser realidad. Ese aroma que tanto la perseguía comenzaba a asfixiarla, ella sabia que era el, el sabia que eso la mataba. Aquel olor que incitaba al pecado la llevaron al borde del abismo donde se hallaban el resto de sus demonio… un grito la despertó de este sueño y ella corrió alejándose del olor, de las melodías, de un pensamiento que no quería que la alcanzara. Esta es ella y este es el… ¿Ángeles o demonios?
Decidió escapar entre lágrimas que nunca había conocido, vació su alma en el fondo del tintero y en la punta de la pluma para alejarlo. Volver a su rutina era volver a el, volver a su mundo era encontrarlo entre sus sueños, ella y el están en el mismo camino, aunque ella trate de huir de el, nada los separa, son un todo y una nada, pues ellos no existen y mis palabras son falsas.
Una tarde bajo la quietud de las sombras, el, la encontró… miradas fugaces se cruzan entre el fuego y bajo el amparo de la lluvia ella lo ve llegar. Aun podía recordar su melodía. Aun respiraba su olor. Pero esta vez era distinto, esta vez su corazón deseaba despedirse del amor que había sentido. Ella lo amaba y ese amor la consumió… una y otra ves se repetía la historia, ella y el sin razón de estar hay se contemplaban bajo el amparo de las gotas que caían del cielo, aun el corazón agitaba sus alas, aun quería volar, pero era necesario parar ese impulso, era necesario que la razón le ganara al corazón.
Aun cuando ese amor que sentía los condenaba a los dos, debía olvidar la historia, debía apagar su corazón… soltó su mano para encontrar su camino y se protegió con su silencio para evitar un nuevo golpe en su alma. Esa ultima mirada etérea e infinita oculto todas sus espinas. Sobrepuso su calma entre lo que era su vida, entre ella y el… ¿por que? Por que fue capaz de saltar al vacío... Fue capaz de enfrentar sus demonios, tan solo por soltar sus recuerdos y regalarlos al olvido. “si aun me piensas destruye mi recuerdo, si aun me consideras parte de ti, hoy yo, me suicido en tu vida”.
Su hombro siempre fue su apoyo, sus ojos el lugar para refugiarse del frió. Sus melodías aquel sonido que calmaba sus angustias, su sonrisa un ente inolvidable, pero ahora todo esto existe solamente sobre su cadáver. Verte me devuelve a la vida por que ella y yo somos dos, simplemente intento alejarla de mis recuerdos y dejar a mi hermana en las tinieblas para que esa soledad no me consuma. Por eso escribo que miento y digo la verdad pues debo contar su historia que no es más que mi vida en un suspiro.
Pero no me crean, por que realmente les habo de ella, y es mi deber contar la historia que se me encargo. Fueron promesas de el que llenaron un día de rosas su camino fueron espinas que un día cortaron su piel, su sacrificio fue llevar la historia en sus manos. Mi sacrificio desangrar mi corazón.
Llega el, lleva una flor... Ella llorando le da la espalda y comienza a alejarse... ¡para! Le dice…
su respuesta siempre fue callar y aun buscando de nuevo aquellas alas ya esta historia no tenia perdón, sumida bajo el manto de la muerte... aun la vida inundaba su existencia, pero quería correr de allí, quería gritar, sobre su cadáver aun quedaba esa historia. Esa noche el calor lo hallo en sus lagrimas, un ultimo beso que alcanzo a percibir le supo a olvido. La última mirada que dijo adiós… ella no encontró alas y el su memoria borro, ¿acaso esa historia alguna vez existió? si fuiste y ya no es, y si muere y no vuelve... te vas, me voy, ¿adiós?
Una noche plagada de estrellas que no brillaron, una noche de frió, de terror. Ahora solo te pido, Invéntate tú un modo de callar el grito del corazón...
Entonces esta es la historia de ella y el, es lo que se murió cuando nunca existió... vos sabes.
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