Nunca he sido muy bueno para
escribir, pero cuando se trata de buscar prosa para escribir de alguien que
está en mi corazón, no cuesta ningún trabajo. De hecho, haciendo esto estoy
disfrutando de auto indagar en mi memoria por respuestas a preguntas tan
sencillas como ¿qué creo de mi mejor amiga? – Sí, sí existe de eso que se llama
mejor amiga para un hombre, porque para dejar claro, Karen (o ¿Estefanía?) es mi
mejor amiga.
Y todo comenzó así una tarde del
segundo semestre del 2008 (¿mk son 4 años? Yo juro que te conozco de toda la
vida...).
-
¿Me tienes el bolso?- Dijo ella pidiendo por
ayuda de un perchero móvil.
-
Seguro – Dije – Pero yo solo le tengo el bolso a
mi novia.
-
No te preocupes – dijo ella con el siempre
sarcasmo inteligente que la caracteriza.
No serás mi novio, pero alguien que tú conoces, ¡sí!
Internamente yo dije ¿WTF?...
Nunca jamás en mi corta, pero nutrida existencia, había oído hablar a una mujer
con tanta propiedad de lo que quería y cuando lo quería. Sencillamente esa actitud
arrolladora y definida por el cumplimiento de sus propios ideales es lo que
describe a este maravilloso ser humano. No te metas entre ella y sus objetivos
porque corres el riesgo de ser destripado por una mirada (con ceja levantada y
todo) que menos mal no puede matar, pero seguro si puede arrollar.
No me mal interpreten, tampoco es
una bruja mujer posesiva y dominadora. También es una niña llena de sueños e
ilusiones. Con un corazón de oro desperdiciado por uno que otro id**ta (por el) que yo
siempre estaré (ahí), con recogedor y colbón, para arreglar, para que siga luchando hasta
encontrar su "trader azul".
Hemos compartido todas las
situaciones habidas y por haber… Paseos, rumbas, trabajos, tranochadas,
historias de amor y desamor, borracheras y guayabos tanto físicos como
mentales. Madrugadas al Exterminio a las 7 am los sábados de renta fija, como
madrugadas a las 3 am cuadrando balances y estados financieros (eso sí
acompañados de un buen trago, en mi caso un whisky).
Como me gustaría contar más pero
me tomaría como 20 entradas al blog y precisamente por eso ella y yo somos
amigos… porque hay confidencia.
Así fue como conocí a mi mejor
amiga y a una persona que quiero conservar hasta el fin de mis tiempos si Dios
me lo permite! Amén.
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